Fonología aplicada en el español.
- Gabino Romero
- 16 jun 2019
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Actualizado: 17 jun 2019
Las unidades básicas con las que opera la fonología son los fonemas. A diferencia de los sonidos, que tienen una realidad física, material, los fonemas son entidades ideales, categorías abstractas, que existen psicológicamente en la mente de los hablantes. Por convención, los fonemas se representan entre barras oblicuas (entre antilambdas o diples se representan los grafemas)

La fonología recurre al concepto de par mínimo para mostrar la capacidad que tienen los fonemas de distinguir significados en las lenguas. Un par mínimo está constituido por dos palabras de distinto significado, iguales en todo, salvo en un segmento o fonema diferenciador
En efecto, cada fonema está constituido por una serie de características o rasgos distintivos. Se trata de rasgos caracterizadores de cada fonema, cuya modificación puede acarrear diferencias de significado en las palabras. El fonema inicial de /peso/ se caracteriza por tener tres rasgos: oclusivo, labial y sordo; el fonema inicial de /beso/ se define por ser oclusivo, labial y sonoro. Por ello, decimos más precisamente, que /p/ y /b/ se diferencian por un único rasgo distintivo (sordo-sonoro) y que esta diferencia puede generar cambios de significado como en el ejemplo anterior.
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